El punto A es un punto cualquiera que representa el funcionamiento del panel en unas condiciones (determinadas por la resistencia ó «carga» exterior) de Intensidad y Tensión. El panel desarrolla cierta potencia iV, que geométricamente coincide con el área del rectángulo cuyo vértice superior derecho es el punto A.
Si el punto A se «moviera» hacia la derecha, bajando por la curva, se ve que el área de dicho rectángulo, al decrecer i muy rápidamente, se haría mas y mas pequeña. Lo mismo sucedería si dicho punto se trasladase hacia la izquierda, aproximándose al eje de coordenadas, ya que en este caso lo que se haría muy pequeño sería el valor de V.
Existirá un cierto punto intermedio B que haga que el área del rectángulo sea la mayor posible. Dicho punto B es el punto de máxima potencia
El Factor de Forma (FF) es el cociente del área del rectángulo definido por el punto B y el rectángulo exterior a la curva, cuyos lados son Isc y Voc.
Para un determinado modelo de panel y en unas condiciones de intensidad luminosa y temperatura constante, la curva i-V queda determinada y el punto concreto sobre dicha curva que representa las condiciones de trabajo del panel quedará fijado para el circuito que alimenta éste.
Si, por ejemplo, deseamos usar el panel para cargar una batería de 12 V., la tensión mínima que habrá que suministrar será de 13,4 V., así que no serviría de nada si el panel, debido a una insuficiente insolación o a otras causas, no fuera capaz de alcanzar esa tensión.
Si se modifican la intensidad radiante incidente sobre el panel ó la temperatura ambiente, que son las dos variables que mas influencia tienen en la respuesta eléctrica del mismo, la curva i-V también se modifica, como se ve en las siguientes curvas.
El estándar internacionalmente aceptado para medir respuestas de paneles fotovoltaicos es una intensidad radiante de 1000 W/m², que se conoce como una intensidad de «un Sol» y una temperatura de la célula de 25°C . Estas condiciones se simulan en un laboratorio de ensayo mediante un simulador solar (lámparas que emiten un espectro luminoso muy similar al del sol).
Las condiciones de trabajo reales de los paneles una vez instalados pueden ser muy diferentes a las del laboratorio, por lo que conviene conocer las variaciones que pueden producirse, a fin de efectuar las pertinentes correcciones en los cálculos.