Existen dentro de las baterías de Plomo-Ácido tres tipos de placas básicas:
- Placas Planas
- Placas Tubulares
- Placas Planté
Placas Planas: La placa plana empastada está formada por: una rejilla plana de aleación de plomo, que puede tener varios espesores y sirve de conductor de la corriente que entra y sale de la placa y de soporte mecánico del material activo y por el mismo material activo que es el que reacciona con el electrolito para dar como resultado la corriente eléctrica.
Esta placa puede ser de distintas superficies y espesores lo que definirá su capacidad que estará relacionada con el volumen, la densidad y composición del material activo presente en la misma. Es posible tener en un mismo volumen una batería con muchas placas finas ó menor cantidad de placas gruesas , en función de la cual la batería será , en el primer caso , de altas corrientes de arranque por tener una importante superficie específica (mm. de placa / volumen de placa) ó en el segundo caso , una batería para descargas mas lentas .
En una descarga rápida, la alta corriente que se le exige a la batería se opone a la inercia de la reacción química entre el material activo y el electrolito, por lo que produce una caída de tensión motivada por la falta instantánea de electrolito en los poros de las placas finas, ya que para una corriente fija la alta superficie específica compensa esa inercia química.
En una batería de descarga lenta el material activo tiene tiempo suficiente para reaccionar con el electrolito por lo que pasa a ser prioritario darle a la placa un espesor tal que asegure una alta vida ya que cuanto mas gruesa es la placa menos se corroe a lo largo del tiempo como consecuencia del paso de la corriente de flote y de la acción del ácido sulfúrico.
La composición de la pasta que se utilice para el empastado de la rejilla, dependerá de si la batería está diseñada para trabajo en flote, ciclado profundo ó arranque. Esto se logra modificando las proporciones de todos los elementos que intervienen en la producción de la pasta.
En el caso de baterías de arranque con alta corriente instantánea, las rejillas que forman las placas son radiales para favorecer la conducción de la corriente, mientras que en una batería del tipo estacionario el trabado de la rejilla es mas importante ya que se debe evitar que se desprenda el material activo a medida que transcurre la vida útil de la batería y/o luego de una descarga profunda.
Placas Tubulares: La placa tubular está formada por una rejilla en forma de peine que sirve como conductor de la corriente eléctrica, un tubo que contiene el material activo y el propio material activo.
Estas baterías tienen la particularidad de soportar gran cantidad de ciclos profundos debido a que por su construcción el material activo no puede desprenderse de la rejilla. La pasta debe ser también preparada para este ciclado profundo, al igual que en las placas planas el espesor de las rejillas definirá la vida de las placas en condiciones de flote.
Se utilizan aleaciones de alto contenido de antimonio por lo que estas baterías no son de libre mantenimiento. Su uso más frecuente es en vehículos eléctricos, energía solar y eólica. Los diseños varían según se utilicen placas tubulares de perfil cuadrado, se logra una mayor superficie específica por lo que se tendrá la misma capacidad en menor volumen. Estas baterías son óptimas para aquellas aplicaciones de gran cantidad de ciclos (1 diario) de corriente moderada, donde se le ocasiona a la batería un ciclo de descarga profunda.
Placas Planté: La placa planté está fabricada con una placa plana de plomo sobre la que se forman los óxidos como consecuencia de un proceso electroquímico de formación. Son generalmente placas de varios mm de espesor y soportan una cantidad de ciclos intermedia entre la batería de placa plana y la de tipo tubular. Es un tipo de placa para descargas lentas por tiempos de entre 5 y 10 hs. Generalmente son baterías pesadas y de volumen considerable, siendo su costo elevado.
En el sistema Planté el material activo de las placas se forma a partir del plomo metálico, haciendo pasar la corriente a través del elemento, primero en un sentido y luego en sentido contrario. Este proceso transforma el plomo de la superficie de las placas en material activo.
En todos los acumuladores, el número de placas negativas es superior en una unidad al de positivas. Ello permite que las placas positivas sean activas por ambos lados. Si las placas fueran activas por un solo lado, la dilatación del material activo, que tiene lugar cuando se convierte en peróxido durante la carga, haría que la lámina se doblara.