Los Sistemas Fotovoltaicos transforman la radiación solar en energía eléctrica y luego la generan en corriente continua.
La energía que se produce durante los períodos de insolación es acumulada en baterías que permiten abastecer los consumos durante la noche y durante los días nublados ó de lluvia.
El sistema FV posibilita -si se realiza una correcta planificación- aumentar la alimentación a medida que el consumo lo requiera, ya que es totalmente modular.
Existen configuraciones estándar con módulos de 6 V, 12 V y 24 V; lo que a su vez facilita la conformación de diferentes capacidades y tensiones de servicio, mediante series y paralelos.
En caso de ser requerida la alimentación en corriente alterna (220V 50Hz), esto se logra intercalando un equipo inversor CC/CA.
Para determinar el campo de aplicación de este sistema basta con plantear las diversas necesidades de abastecimiento de energía no cubiertas (por ejemplo, aquellos casos en que las telecomunicaciones disponen de una solución técnica pero no de energía).
También debe tenerse en cuenta que
sobre el territorio argentino el sol pone cada año a nuestra disposición un promedio de 2,2 MW/m2. Entonces, se verá que las posibilidades de desarrollo de la energía fotovoltaica son muy amplias.
Como ejemplos a citar aparecen la
alimentación eléctrica de un satélite
espacial, la de un teléfono SOS de una autopista o la de una bomba de
abastecimiento de agua para un bebedero de animales.